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Traducido por José M. Hernandez Lagunes
He (Rob) vivido en Nueva York desde que terminé la universidad. No soy seguidor de los Yankees (crecà en otra ciudad de la Liga Americana), pero varios de mis amigos sà lo son. Asà que me he acostumbrado a cómo reaccionan ante su equipo, que es, frecuentemente, mal. Su tolerancia hacia un club que terminó por última vez debajo de .500 durante la Administración Bush–la de Bush padre–es notablemente baja. El reciente triple golpe de las lesiones de Luis Gil, Giancarlo Stanton y Gerrit Cole hizo que uno de mis amigos aficionados de los Yankees se lamentara de las lesiones de su equipo y, en relación con ello, de la presencia de tantos jugadores con riesgo de lesión en la plantilla. Culpó a Cashman (porque en realidad no se puede culpar a Boone, a quien se culpa de muchas cosas, pero que de todos modos es culpa de Cashman).
Me pregunté hasta qué punto eran acertadas sus percepciones. Todos los equipos sufren lesiones. La mayorÃa de los equipos no tienen un lanzador del calibre de Cole, por lo que su pérdida es particularmente devastadora, pero dudo que haya una afición que piense que su club evita las lesiones. Tal vez mi amigo estaba siendo demasiado dramático.
En Baseball Prospectus, tenemos herramientas para ayudar a responder ese tipo de pregunta. El Listado de lesionados muestra tanto las lesiones individuales como los totales del equipo. Aquà está cómo los Yankees se han clasificado en términos de juegos de jugadores perdidos debido a la lista de lesionados desde 2018 (2020 omitido):
2024: 1,513 partidos perdidos, noveno
2023: 1,882, tercero
2022: 1,311, décimo
2021: 1,582, noveno
2019: 2,129, primero
2018: 1,303, décimo
Lideraron la Liga solo una vez. Pero tuvieron sistemáticamente un número de dÃas perdidos superior a la media.¿Cuál es el efecto acumulativo? El calor en la enfermerÃa ayuda ahÃ. Los Yankees ocupan el segundo lugar durante esas temporadas. Aquà están los tres primeros:
Dodgers 9,556
Yankees 9,250
Rays 8,403
Esos tres equipos tienen dos cosas en común. Tuvieron muchas lesiones. También tuvieron muchas victorias. De 2018 a 2024 (de nuevo excluyendo 2020), los Dodgers ganaron la mayor cantidad de juegos en el béisbol, 613. Los Yankees fueron terceros, 570. Los Rays empataron a los Brewers en quinto lugar, 551. Todos fueron equipos exitosos.
Por supuesto, habrÃan sido mejores si hubieran reducido las lesiones. Pero la salud no garantiza el éxito. Los tres equipos con menos partidos perdidos por lesión durante esos años fueron los Guardians (4,858), los Orioles (4,975) y los Diamondbacks (5,587). Arizona tuvo un récord perdedor esos años, 466-506. Baltimore fue peor, 428-544. Cleveland fue el único club exitoso del trÃo, 524-447, justo por debajo de los Rays y los Brewers.
Asà que mantener a los jugadores en el campo no se tradujo necesariamente en éxito. Pero tener jugadores lesionados… ¿se tradujo en éxito? No, eso no puede ser. La temporada pasada, los Red Sox y los Rangers ocuparon el segundo y cuarto lugar en partidos perdidos por lesión, y se puede argumentar bastante bien que las ausencias de Lucas Giolito, Jacob deGrom, Trevor Story y Evan Carter, entre otros, destrozaron sus temporadas.
Entonces, ¿por qué los Dodgers, los Yankees y los Rays han podido tener éxito a pesar de muchas lesiones? Yo dirÃa que es porque para ellos, las lesiones son una caracterÃstica indeseable, no un error desafortunado.
Hay clubes para los que una lesión de un jugador clave con un salario alto puede condenar una temporada. Piensa en Byron Buxton, Stephen Strasburg o Kris Bryant. Sus equipos no tienen recursos financieros ilimitados. Una estrella muy bien pagada es una clave insustituible para su éxito. Sin ellos, el equipo se va a encontrar cara a cara con el concepto de nivel de reemplazo.
Pero ese no es el caso de nuestro trÃo. Empecemos por los Rays. Están dispuestos a correr riesgos con jugadores propensos a las lesiones. Es fruto de la confianza en su destreza de desarrollo que les permite tomar volantes de bajo costo en jugadores como Tyler Glasnow (estaba ganando apenas por encima del mÃnimo cuando fue adquirido a través de un canje en 2018), Pete Fairbanks (adquirido en un canje con los Rangers en 2019, ganando el mÃnimo de MLB después de perderse la temporada anterior con su segunda cirugÃa Tommy John) y Colin Poche (salario mÃnimo en 2022 después de perderse las dos temporadas anteriores por lesión). Pueden sobrellevar la pérdida de Jeffrey Springs y Drew Rasmussen, cada uno de los cuales sucumbió a un desgarro del ligamento ulnar en 2023, mezclando y combinando con otros lanzadores de bajo costo.
Los Dodgers han hecho lo mismo, aunque con mucho más dinero de por medio. Pagaron a Blake Treinen $8 millones de dólares en 2022 y 2023. Lanzó un total de cinco entradas en esos años. Eso está bien; el club ganó 211 juegos, conectando otros brazos de bullpen. Aguantaron 27 periodos de lesiones de lanzadores, que afectaron a 20 jugadores, hasta la victoria en la Serie Mundial del año pasado. Tuvieron siete lanzadores que iniciaron cinco o más partidos y estuvieron en la plantilla del primer equipo más de la mitad de la temporada. Todos ellos estuvieron en la lista de lesionados.
La estrategia de ambos equipos es similar: arriesgarse con jugadores, sobre todo lanzadores (los Dodgers y los Rays ocupan el puesto 1-2 en partidos de lanzadores perdidos en la lista de lesionados) que podrÃan acabar lesionados. Es algo parecido a lo que hacen los capitalistas de riesgo: invierten en empresas emergentes, conscientes de que varias fracasarán, pero las ganadoras podrÃan ser Facebook o Groupon. Aceptan el riesgo de no obtener buenos resultados a cambio del premio gordo de una buena temporada.
No van por el mismo tipo de jugadores, por supuesto. Si los Dodgers cenan en casa pidiendo comida para llevar en un restaurante caro cada noche, tirando las sobras, los Rays compran en Aldi y Costco, hacen una cazuela enorme cada domingo y se la comen durante una semana.
Y si sus apuestas no funcionan–si Treinen y Springs y Rasmussen se lesionan–tienen suficiente profundidad para enchufar a jugadores similares, ya sea David Price (que se convirtió en un relevista a tiempo completo en 2022, ganando $32 millones en su último año en las Mayores, con Treinen fuera de los Dodgers) o Zack Littell (recogido después de ser liberado por Boston el dÃa después de la última salida de Rasmussen para los Rays en 2023). Respaldan su riesgo de lesiones con profundidad.
Y eso, al parecer, es la parte que falta en el enfoque de los Yankees últimamente. Como se ha señalado, es imposible reemplazar a Gerritt Cole. Pero Stanton habÃa participado en más de 123 partidos en sólo tres de sus ocho temporadas con los Marlins cuando los Yankees lo traspasaron, y sólo lo ha hecho dos veces a rayas. Tener un suplente listo deberÃa ser un hecho. Entraron en la temporada pasada con preguntas en torno a Anthony Rizzo y DJ LeMahieu y no tenÃan respuestas cuando ambos batallaron. Están tratando de jugar el juego de los Dodgers y los Rays, pero sin la profundidad que esos equipos han desarrollado en sus respectivas vÃas de gasto. Y hablando de profundidad, incluso con las dificultades de desarrollar un sistema de granjas cuando el éxito de tu equipo te relega a selecciones de draft bajas, los Rays y los Dodgers son primero y segundo en nuestro ranking de prospectos organizacionales. ¿Los Yankees? Ocupan el puesto 25.
Contar (o no) con muchos jugadores propensos a las lesiones puede ser una caracterÃstica estratégica, no un error imprevisto. Los Dodgers, los Yankees y los Rays han tenido éxito en ese sentido. Pero también hay que tener la profundidad para hacer frente a los inevitables periodos en la lista de lesionados. Ahà es donde los Yankees se han quedado cortos últimamente. Asà que, fanáticos de los Yankees, su lloriqueo es bastante molesto a veces. Pero puede que tengan razón.
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